martes, 9 de mayo de 2017

Objetivo 14: VIDA SUBMARINA - THE GLOBAL GOALS


FUNDABIO, Fundación Venezolana para la Protección del Ambiente y la Diversidad Biológica, apoya y promueve los Objetivos Mundiales para el Desarrollo Sostenible 2030.

En septiembre de 2015, los líderes mundiales se comprometieron con los Objetivos Mundiales para el Desarrollo Sostenible. 17 objetivos para alcanzar 3 logros sin precedentes en los próximos 15 años:

  •  Poner fin a la pobreza extrema.
  •  Luchar contra la desigualdad y la injusticia.
  •  Hacer frente al cambio climático.

Para apoyar el cumplimiento de estos objetivos, FUNDABIO promueve la participación e inclusión de todos, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Uniéndose a nuestro movimiento, aprendiendo y divulgando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los más jóvenes se  convertirán en la generación que cambió el mundo.

¿Cuál es el objetivo en este caso?
Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.

 ¿Por qué?
Los océanos proporcionan recursos naturales fundamentales como alimentos, medicinas, biocombustibles y otros productos. Contribuyen a la descomposición molecular y a la eliminación de los desechos y la contaminación, y sus ecosistemas costeros actúan como amortiguadores para reducir los daños causados por las tormentas. Mantener la salud de los océanos ayuda en los esfuerzos de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.  ¿Y has estado en la costa?

Las costas son también un gran lugar para el turismo y las actividades recreativas. Además, las zonas marinas protegidas contribuyen a la reducción de la pobreza aumentando las capturas de pesca y los ingresos y mejorando la salud de las personas. También ayudan a mejorar la igualdad de género, ya que las mujeres realizan gran parte de las labores en la pesca a pequeña escala.

El medio marino alberga además una asombrosa variedad de criaturas hermosas, que van desde los organismos unicelulares hasta el animal más grande que habita en la Tierra, la ballena azul. También es el hábitat de los arrecifes de coral, uno de los ecosistemas con más diversidad biológica del planeta.

Parece algo digno de proteger. Entonces,  ¿cuál es el problema?
Los niveles de residuos en los océanos, cada vez mayores, están teniendo un gran impacto ambiental y económico. La basura marina afecta a la diversidad biológica, porque los organismos pueden enredarse en los detritos o ingerirlos, lo que puede matarlos o hacer imposible su reproducción.



En lo que respecta a los arrecifes de coral, un 20% de los mismos ha sido destruido y no se observan perspectivas de recuperación. Aproximadamente el 24% de los arrecifes restantes está en peligro inminente de desaparición por presiones humanas, y un 26% está en riesgo de desaparición a más largo plazo.

Además, la mala gestión del medio marino provoca la sobrepesca. La pérdida de beneficios económicos del sector pesquero se estima en unos 50.000 millones de dólares anuales. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que el impacto económico acumulado de las malas prácticas de gestión de los océanos asciende por lo menos a 200.000 millones de dólares al año.
Si no se adoptan medidas de mitigación, el cambio climático aumentará el costo de los daños a los océanos en otros 322.000 millones de dólares anuales en 2050.

¿Cuánto costaría corregir el problema?
Los costos de la adopción de medidas se compensan ampliamente con los beneficios a largo plazo. En términos económicos, el Convenio sobre la Diversidad Biológica señala que ampliar las medidas para mantener los océanos del mundo precisa un gasto público único de 32.000 millones de dólares y 21.000 millones de dólares al año para gastos recurrentes.

Así pues, ¿qué podemos hacer?
En cuanto a las zonas de mar abierto y alta mar, la sostenibilidad solo puede lograrse con una mayor cooperación internacional para proteger los hábitats vulnerables. Para conservar la diversidad biológica y garantizar un futuro sostenible para la industria pesquera, es preciso establecer sistemas de zonas protegidas por los gobiernos que sean integrales, eficaces y de gestión equitativa.

A nivel local, al comprar productos o consumir alimentos procedentes de los océanos deberíamos tomar decisiones respetuosas con los mismos y consumir solamente lo que necesitamos. Elegir productos certificados es una buena forma de empezar.

Hacer pequeños cambios en nuestra vida cotidiana, como utilizar el transporte público y desconectar los aparatos electrónicos, ahorra energía. Estas medidas reducen nuestra huella de carbono, un factor que contribuye al aumento del nivel del mar.

Debemos eliminar en lo posible el uso del plástico y organizar actividades de limpieza de las playas. Y lo que es más importante, podemos difundir el mensaje sobre la importancia de la vida marina y por qué debemos protegerla.

Para garantizar que el océano esté protegido, los Estados acordaron:

  • Reducir la contaminación marina, dado que la mayoría de ella viene de actividades terrestres de los seres humanos.
  • Promulgar leyes que prohíban la pesca ilegal, la sobrepesca y otras prácticas pesqueras destructivas.
  • Proveer apoyo financiero a los países más pobres y a las pequeñas islas para proteger y tener un mejor manejo de los recursos marinos, con miras a futuro.
Únete a FUNDABIO y súmate al Movimiento Mundial en favor de la VIDA SUBMARINA. Conviértete en un Bionero(a) del planeta.


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